Comenzamos: Pikachus y reflexiones.

 
En la última (y primera?) aportación, definí la premisa del blog, los objetivos del mismo. Ahora, toca ponerse serio y comenzar realmente este proceso de divulgación.

Mientras me planteaba como abordar este proyecto: cuál sería la forma más apropiada de estructurar el gradual flujo de información, con vistas de alcanzar la mejor y más cómoda compresión posible de la figura de Beatriz de Este y su contexto histórico, barajaba multitud de posibilidades.

Criterios cronológicos; criterios conceptuales. Comenzar, quizás, mediante una somera introducción al contexto histórico de la familia d´Este, o posiblemente ofrecer unos esbozos del mundo nobiliario renacentista Italiano al completo. 

Incluso me plantee centrarme en una escena específica de la vida de Beatriz d´Este, una que realmente pudiese encender el interés del lector: una escena desde la que remontarme en el tiempo para, a través del relato de la serie de acontecimientos que habían llevado a cada uno de sus protagonistas a esta curiosa situación, ofrecer un complejo tapiz de historias personales que esperaba, dibujase los contornos de un contexto histórico nobiliario, italiano y renacentista: secuestrando así uno de los más importantes recursos de una mala película palomitera y poniéndolo al servicio de la divulgación histórica...


Si, ese soy yo. Probablemente te estarás preguntando como acabé en esta situación




Finalmente me decidí por comenzar introduciendo la familia d´Este.


Me sentí decepcionado. 

Pues, pese a una exhaustiva búsqueda, no conseguí encontrar fuentes que iluminasen esa anécdota, ese fotograma de connotaciones sugerentes pero cotidianas en la vida de Beatriz de Este que me sirviese de punto cardinal para mi blog, y que yo sé que ha de existir. Ese anclaje empático al contexto a tratar, que facilitase el proceso de aprendizaje; que pudiese ayudar a recordar que la Historia se compone, realmente, de un conjunto de historias.

Si después de la foto del perro habéis seguido leyendo, y si las divagaciones no han terminado de acabar con vosotros, supongo que os preguntaréis el por qué de estas últimas (lo apropiado del perro es indiscutible). He introducido esta pequeña anécdota por dos razones: 

Por una parte, considero que ilumina otro punto a favor de la realización de este proyecto de divulgación; a favor también de la posibilidad de que exista una ventana de oportunidad para trabajos de investigación referentes a un mundo tan sugerente como puede ser el nobiliario renacentista italiano (siempre que las fuentes lo permitan).

Y por otra, para ofrecer un ejemplo de una orientación interesante que aplicar a los proyectos semejantes a este blog, una que se adapta además especialmente bien a la era de internet; un ejemplo, para mi, sugerente y divertido: testigo de una forma menos usual de abordar la divulgación de esta disciplina que, creo, presenta grandes posibilidades.

¡Pero todo esto no importa!  Porque excepcionalmente la figura de Beatriz de Este, mecenas de las artes; duquesa de Milán, debido a una serie de características tan complejas como particulares, se beneficia especialmente de un enfoque más tradicional 

¡Qué suerte!

😁😁



















                             



Y así termina la segunda entrada de este blog. En la siguiente, como he comentado, nos centraremos en la Casa de Este al completo: soberanos del ducado de Ferrara y grandes mecenas de las artes durante el Renacimiento; y especial hincapié haremos en la generación a que pertenece nuestra protagonista: una generación que, para muchos, contiene algunos de los hijos más destacados de este destacado linaje.

                      

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